El barro le ofrece a la uva la oportunidad de expresarse con toda personalidad.

Es ecológico y lo elaboramos con Garnacha antigua. Buscamos la expresión auténtica de esta variedad. En Cazalla de la Sierra, Parque Natural Sierra Morena de Sevilla.

Vendimiamos la uva a mano, entre diferentes variedades de cepas centenarias. En laderas donde predomina la pizarra roja.

Hacemos fermentación con maceración sobre hollejos durante un mes en el ánfora, posteriormente continúa la crianza durante 10 meses en el mismo ánfora, sobre su lías, bajo un leve velo de flor. Son ánforas/Tinajas con más de 200 años de antigüedad de la zona, con capacidades entre 800 y 1500 litros. Todas marcadas por un artesano.

El ánfora respeta al máximo las características de la uva, evoluciona a un estado superior. Al vino le ofrece la oportunidad de reconectarse con su tierra, con la que se fabricó el ánfora. Creemos en la existencia de una memoria intrínseca, es un homenaje a nuestros antepasados. Un vino que te hace respirar la tierra.

Suele tener entre 12 y 13% vol. según la añada. En botella borgoña de 750 ml cerradas con tapón de pieza única de corcho natural. Producción muy limitada de 2300 botellas. Resulta un vino de capa media. Con una seductora nariz de fruta. Atractiva tensión en boca y perfil extremadamente mineral. Tiene multitud de maridajes.