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Tierra Savia

Tierra Savia ha existido siempre, en la memoria, en un saber que perduró siglos y se transmitió a lo largo de generaciones ancladas a un territorio, hasta llegar a nosotros. Somos Jose y Pedro, amigos de toda la vida, y siempre nos acompaña PIU, el espantador de pájaros.

Nacimos y crecimos básicamente en el campo, rodeados de todo lo naturalmente lógico, nos fuimos, aprendimos y volvimos, la vida rural nos lanzaba un grito al viento.

Decidimos elaborar vino en Cazalla de la Sierra, inmersos en el corazón del Parque Natural Sierra Morena de Sevilla, espacio protegido de gran valor medioambiental, reserva de la biosfera e indudable balcón de Andalucía.

“Cazalla de la Sierra es un pueblo con cal, con barro y madera, de aquí somos, aquí estamos y aquí seguiremos”.

Hace ya casi una década que arrancamos el proyecto plantando una de las viñas, a ello se han ido sumando parcelas, nuevas y viejas, ampliaciones y mudanzas, y más alegrías que decepciones, aunque siempre hubo algún traspiés.

Al final, acabamos convirtiendo un antiguo taller en una bodega, con encanto, en el casco histórico de Cazalla de la Sierra.

Algún día descubrimos que aquí existían variedades que perduraron siglos, suelos con mucho carácter, condiciones climáticas muy peculiares, y una historia vitivinícola apasionante. Ese día, decidimos que aquí había que seguir haciendo vino.

Cultivamos viñas entre dehesas de encinas y alcornoques, monte mediterráneo, el cerdo ibérico y la oveja merina. A unas altitudes que oscilan entre los 600 y 900 metros. Cada parcela tiene su historia, su propia personalidad, y la trabajamos o gestionamos nosotros. En su mayoría son pendientes medias al sur, en secano estricto y siempre en ecológico.

Suelos de pizarra roja imprimen personalidad a los vinos. Cada día, las raíces de las cepas juegan a esconderse entre las grietas de la roca, buscando estabilidad térmica y transfiriendo al vino ese carácter mineral.

Entendemos la crianza de los vinos como una evolución guiada, donde utilizamos diferentes materiales como el acero, la madera o el barro. Cuando utilizamos madera, vamos a barrica usada y tostados medios. Cuando utilizamos barro, vamos a ánforas antiguas.

"Cada año renacen las flores y los frutos. Hay vida dentro de cada cuba y cada ánfora, una energía creativa que llevará a la madre tierra, viva y ordenada".

En algunos de nuestros vinos utilizamos antiguas tinajas de la zona, con edades que oscilan entre los 200 y 500 años. Estamos convencidos de que el barro tiene memoria, artesanía con alma, marcadas y selladas por artesanos y artesanas que modelaban sin medios, pero con sabiduría. Es un proyecto de recuperación de saberes, tradiciones y culturas.

El barro del ánfora le da a la uva libertad total para expresarse, y al vino la posibilidad de reconectarse con su tierra. Creemos en la existencia de una memoria intrínseca.

Esto es lo que somos, puedes conocer nuestros vinos o visitar nuestra bodega, en Tierra Savia estaremos encantados de recibirte.